En una pequeña cartilla al lado de mi cama, mis sueños escritos en líneas diminutas puedes descubrir. Yo traté, de unir el sol a la luna, luces brillantes de colores parecían llegar, reflejos tan solo de mis pensamientos, ironías de un lúgubre terreno que atormenta aquellas mañanas con sus dulces palabras, hablando casi como una melodía. En el lomo pálido de un cerdito, cuya opción de sobrevivir es tratar, el trato diferente del hacer y modificado al decir poder, significa el querer. Yo traté, liberar del sueño de ayer el sentimiento plasmado, en las hojas de papel frente a mi mesa, adheridas a la pared, pintadas de colores y la caja navideña que en su interior recuerdos me traía.
El trató de inundar el cielo de chocolate con olas de malvaviscos, pero el aroma a manzanilla imposible de retirar plasmó el dulce del sol diabético. Yo traté de aliviar su dolor y sus penas, que arrojara a mi su pesadumbre, sintiera protección y cura. Yo traté.
Tiempo atrás traté de ser la peor persona, un asco del desierto, terrible estrella en el mar de constelaciones vía lactareal. Hechizo de chocolate maravilloso deseo con la hambruna de cuchillo y tenedor, ahí la cosa mas siniestra y pérfida del planeta esmeralda, quien te lleva a luces que atisbaban tus sueños, triste e inicuo ser que yace tras alegría y sonrisas. La cabeza del cerdito se inclina hacia mí, "mi vida es clara", la absolución de la inactividad de mil cometas tras la órbita de una luz inexistente y una canción de Regina Spektor marcan el final de ésta línea.
Yo traté, de soñar con el sol y la luz de luna, en un desierto frío con luciérnagas que rodean un arbolito que brotaba estrellas, mares y decepciones para aquel cerdito que aunque trató y vio el hacer del sentir el querer, no pudo. Se trata, se trató y el cerdito degollado soñó en el cometa que destruyó la fragancia a manzanilla del mar de chocolate.
MixterKris
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