sábado, 14 de mayo de 2011

Y tras varios inviernos



Tras titubeos galácticos, una estrella sigue derramando lágrimas, lágrimas que no tienen respuesta, pues la estrella sola en el cielo ha estado, sin compañía, sin alegrías. Cada día un recuerdo diferente embarga las constelaciones y cientos de puñales atraviesan sus órbitas observando como la luna continua su recorrido una y otra vez sin mirar lo ofrecido en su pasado, entre tanto la estrella, sola y arraigada en un mismo punto sin saber a donde ir ni a donde seguir, solo lloraba en busca de alguien que siguiera el camino que dejaba su dolor. Sin embargo la luna no le amaba, no le amó, ¡Pobre de ella, estrella tonta que te has enamorado de alguien que no existe!, ¿por que insistes?. La estrella huye, mientras su luz se apaga y oscuro se tornaba el color que brindaba y la serenidad con la que hablaba frágil se desvanecía. Años luz pasaron, y la estrella aún triste se encontraba, sin rastro de luna que lo amara. Su nombre a lo lejos escuchó una tarde casi 3 pm de un lejano planeta del cual ni se habla, cuando la luna con una sonrisa artificiosa le llamaba, un abrazo la luna intentó darle, el cual la estrella rechazó por temor a sentir el dolor que años luz  le originó, sin embargo por dentro la estrella era lo que mas deseaba, fundirse entre rocas con tan solo una caricia. El dolor que soportó la estrella la luna no lo sabe. Los rechazos, mentiras y engaños de la luna, hoy por hoy aún son cometas que golpean a la estrella, que ya sin luz propia, carente de cualquier sentido, vuelve triste a su camino.

Amar a la luna, lo hará siempre la estrella, aunque la misma luna sea tan estúpida de no saberlo, que por dentro muere por ella y la vida daría sin alguna duda. Ahora la luna planeta se llamaba, titulo que restregó a la pobre estrella, que según "no merecía estar con ella". Triste se ve la estrella, cuando la luna va tomada de la mano de absurdas estrellas, que toman solo de ella, lo que mas les interesa, con impotencia y con perseverancia, la estrella vió que la luna prefería no luchar por algo tan complicado, siempre se le apetecía no esforzarse más de lo necesario, mientras las estrella solo esperaba una vuelta más solo una más en su órbita, pero el final ya lo sabemos, la luna solo dejo de dar vueltas cerca y se alejó a alguien mas cercano, sin pensar que la estrella, lejos, donde se encuentra, brillante, pura y llena de fortaleza, brilla esperando que su luna aparezca.

Tiempo trascurre, la estrella sola y sin lágrimas se ha quedado, pero a lo lejos observa que desde un lejano planeta la observan, humanos parecen ser, que se guian de su inexistente desplazamiento. ¡Algo de compañia!, lejana pero al fin compañia, algún motivo para que la dulce estrella sonría en su tristeza. La luna sola se ha quedado luego de andar con tantas estrellas excepto con la que derramó lágrimas por ella. Con abrazos la llena, pero la estrella sola ya no está, con un planeta navega en inalcanzables mareas galácticas, un planeta azul llamado Tierra, el cual con amor y dulzura deja que la hermosa estrella Polaris la guie en su camino a la alegría. Triste la luna perdió la estrella que la amaba y adoraba, algo que agregar a que por orgullo y poca destreza su titulo de planeta a perdido y ahora plutón solo y abandonado como satélite ha quedado.

Y si tan solo valorara la luz que le brindó la estrella, para darle calor y amor. Pobre estrella que amada y amando a su planeta azul, en el fondo, ama su luna casi planeta. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario