lunes, 2 de mayo de 2022

Mi viaje


 Y es que cada vez que lo pienso me resulta más difícil saber si he tomado las decisiones correctas. Es que si las veo en retrospectiva seguramente me he de arrepentir sobre una que otra. ¿Que pasaría si pudiera conscientemente de las consecuencias, poder cambiar esas decisiones que inquietan mi mente?

Que pasaría si yo pudiera no solo cambiarlas. Que pasaría si pudiera vivir con una enorme cantidad de cambios a los que incluso no he estado consiente. Ese día, el día en que me vi a mi mismo pero sin ser yo, descubrí el hilo conductor y el propósito de mi vida. 

No suelo actuar sin antes pensar en las consecuencias y justamente eso hace que  me detenga en muchas situaciones, tanto pensar, tanto dar vueltas a ciertas cosas, es agotador. Agota el tener ese miedo y esa incertidumbre de si hacerlo o no, debería o no debería, podría o no podría. Muchos pensamientos que abruman mi mente en su totalidad, nublan mi consciencia. 

Temor a lo que podría pasar, como si pudiera fracasar. Es eso, el temor al fracaso, a no poder lograrlo por mi mismo, sentirme incapaz y sin libertad. En mi mente me siento encerrado en un cuarto totalmente oscuro rodeado de lo malo que podría pasar, solo consecuencias negativas. Pero por que mi mente no da cabida para las cosas positivas que podrían ocurrir, quizás, en esas cosas que deseo lograr, no existan cosas negativas.

El quizá, mi peor super poder. Pretender que se lo que pasará siempre optando por la opción negativa. Una manera pesimista de vivir a la segura. Siempre bajo una seguridad ficticia, pues todo está en mi cabeza. Arriesgarse, fácil decirlo y tan difícil en lo personal de lograrlo. Que haré, es algo que no sé, pero que intentaré descubrir. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario