martes, 29 de agosto de 2017

Gracias pero no gracias

Sinceramente tengo demasiado que escribir pero no la disposición, he querido escribir de mi relación fallida, de mis sueños y por supuesto de mi, pero no hay nada, no hay nada que pueda decir.

A mi ex le doy las gracias, a mis sueños agradezco la esperanza y de mi solo que finalmente tengo paz. Así de simple, así de poco analítico, así cortito y básico. No encuentro las palabras, no encuentro los motivos, la inspiración viene y se va, estoy en un vaivén de metáforas pero ninguna se detiene a conversar, pasan apresuradamente, algunas incluso me golpean. Ahí estoy yo, en la esquina de incertidumbre y paz, estoy ahí pero no estoy en ninguna de las dos. ¿Como cruzar la calle a cualquier dirección? si me siento a ciegas, me siento vacío de palabras, no puedo crear ninguna y mucho menos atraer alguna. Tengo voz, tengo sonidos pero no puedo hacerlos comprensibles. He perdido la capacidad de comunicarme.

Gracias pero no gracias, mi pasado está resuelto mi futuro está armándose y mi presente esta a la luz del día , a los tres los valoro cual reliquia ancestral, pero necesito escribir, necesito decir que río como un loco, que lloro por que extraño a mi familia, que sonrío por que amo lo que hago y que canto por que soy feliz. No tengo voz, gracias pero no gracias; gracias por ayudarme y comprenderme pero no gracias, no deseo comprensión, deseo liberación, deseo escribir, deseo armar frases sin sentido que al unir muchas de ellas expresen realidades, quiero y quiero dedicar líneas, quiero y quiero sentirme incomprendidamente satisfecho, quiero y quiero escribir, quiero escribir lo que escribía cuando escribía, quiero escribir dedicatorias entre líneas que satisfagan mi amor por la escritura. 

Estoy estancado, estoy agobiado, estoy extasiado. Me siento agradecido, sublime y con la convicción tan firme de escribir lo que quiera, de romper las redes que atan mis palabras, de escribir cosas tan ilógicas y dolorosas a la gramática que nadie resista el poder continuarlas. Quiero que sufran literariamente todos los adeptos y rompan en mi todas sus desvirtudes y sus resentimientos, quiero que su frustración sea la mía y la mía sea el poder de crear tanto descaro poético como grande es el universo. Quiero destruir sus palabras, mis palabras, las palabras que uso.

¿A donde han ido mis palabras? ¿A donde he ido yo?, necesito mi voz y mi lápiz para transmitirla, me necesito, me necesito, gracias pero no gracias. Tantos temas curiosos para escribir, tantos temas para charlar, tantas mentiras y tantas promesas nuevas, tantas metas y tantos sueños. ¿que soy yo?, que soy yo sino algo vacío que perdió su poder, que perdió todo, que perdió su voz y de eso ya no queda absolutamente nada, no soy nada, no soy envase alguno, ya no contengo nada, ya realmente no puedo contener nada. No reprimo, no contengo no guardo nada que pueda usar para mi gloria, para mi culto, para satisfacer mi autoestima egocentrista, ya no soy adoración alguna, no soy idilio ni desahogo de nadie, no soy altruista ni tergiversante, no soy un debate a medias, no soy ni seré un debate psicológico, no soy valeroso quizás para palabra alguna. Ninguna de esas algunas desea estar una junto a la una. 

Escasez en mi cabeza y agotamiento en mi subconsciente, alejo de mi sin desearlo esas palabras, esas dulces palabras que llenaban mi vocablo, esas dulces melodías que escribía a medianoche mientras a los alrededores brillaba un alma libre de pensares, libre de interrogantes, tan libre y tan pura como un gracias pero no gracias.


No hay comentarios:

Publicar un comentario