martes, 12 de octubre de 2010

A mi alrededor





 En tus brazos siento despertar, miro extrañado a mí alrededor pero solo percibo en el aire tu aroma dulce que me hace sentirme como en casa, donde estas? - Me pregunto -  y rápidamente me levanto evitando ciertas espigas que se hallaban cerca del árbol donde me cubrían tus brazos, es de noche y las estrellas inundan el cielo iluminando mi camino en tu búsqueda. Llego a la orilla de la enorme laguna que acompaña a nuestro árbol protagonista, no sé si entrar pero siento una calidez dentro de mí que me incita a hacerlo, sin mayor duda me lanzo suavemente simulando un posible miedo. Ya dentro, llego al fondo, un pequeño destello me hace virar, que es, no lo sé, sin más intento enfocar bien pero mis ojos no me responden, en su lugar los cierro y todo es claro para mí, es una mano, una mano de cristal con un anillo de diamantes, en mi notable curiosidad decido tomarlo, pero es justo en ese instante donde las mil estrellas que inundaban el cielo de alegría caen a mi lado, fragmentos de sus esencias circundan ahora las aguas de nuestra laguna, no sé qué hacer, cierro mis ojos y mil auroras boreales danzan a mi lado, me abrazan sonriéndome, desciendo al suelo de la laguna, una pequeña estrella intenta retozar conmigo, la miro fijamente por que se asusta, intento decirle que no se preocupe, pero un gran agujero me arrastra y no se a donde voy, caigo y caigo hasta el momento donde me doy cuenta que no desciendo, las estrellas me llevan a un lugar desconocido no se a donde voy, al abrir mis ojos observo que me encuentro sobre el trono de un palacio enteramente realizado de diamante, pero falta algo, esto ya lo conocía que pasa, recuerdo una tortuga y un sol azul, en ello de mi bolsillo intenta emerger algo, me resisto sin embargo cae el anillo de diamante, lo observo bien, tiene una tortuga grabada, que significa?, en ello mis pensamientos son interrumpidos por una dulce jirafa de goma que dice;  - deseas una taza de café -, la tomo con mis dos manos, pero que es esto, la dejo caer, está sumamente caliente, al soltar mis manos sigo navegando en el mar de la incoherencia estoy en la completa oscuridad, no, espera, estoy rodeado de algo, comienza a hacer aparición una enorme estrella que ilumina de colores lo que parece ser un traje hecho de serpientes vivas, una de ellas se levanta a la altura de mi cara, me sonríe y regurgita el anillo de diamantes al colocarlo sobre mi dedo anular, caigo violentamente a lo que parece ser la luna, no hay sonidos, no hay sensación, pero no son necesarios para lo que se visualiza desde allí, mil auroras boreales aparecen sigilosamente formando parte de lo que parece ser una danza entre los espíritus del sol y de la luna, al ritmo de “AMOUR DU SOL”,  las estrellas de la laguna aparecen rodeándonos y es allí donde apareces tú, iluminando mis ojos, llenando de sonidos y de sensaciones un mundo visual, nos brindamos un abrazo fuerte, sin embargo agacho la vista para observar mis manos y veo como nuestra piel es teñida por un color azul, al elevar mi vista las estrellas me aspiran a su interior, intento escapar pero no puedo, me siento a llorar, mis lágrimas las hacen estornudar y caigo en algún lugar extraño muy similar a un árbol, pero me siento diminuto observo el suelo y estoy sobre una enorme hoja, algo llama mi atención, al parecer una manzana gigante, intento llegar a ella pero un centauro no me lo permite, al acercarse a mí se inclina en una absurda forma de respeto, así que hago lo mismo, me dice que lo siga, pero aún no dejo de observar aquella enorme manzana, al caminar caigo por uno de los agujeros de las hojas, una serpiente gigante aparece y entro a ella, cierro mis ojos y lanzo mi anillo lo más lejos que puedo, pero escucho sonidos muy raros, aparece la manzana enorme con al parecer una entrada a un teatro, ¿donde estoy?, mil personas me aplauden, sonrío con picardía y el centauro cae sobre una jirafa de goma junto a mí, lanza una flecha que golpea justamente mi corazón. Al despertar me hallo en castillo de diamante y la tortuga es coronada rey, se levanta y me dice – una taza de café? -  a lo que respondí – en una taza de cristal por favor – en la sorpresa de todos, el castillo comienza a destruirse pienso haber cometido un error, no entiendo caigo y caigo, en ello, con una respiración agitada me levanto sudado, al calmarme, te miro a mi lado, sonriéndome, por lo que sólo fue un sueño, un sueño conocido, con una sonrisa miro el cielo y las estrellas me regalan el mejor espectáculo, el espectáculo de amar.

Escrito por Mixter Kriss

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